No sé, nunca me doy a entender aunque podría jurar que me
conocen. Podría apostar mi vida a que me sienten y si no lo hacen, que pena.
Muchas veces me canso de dar, desaparezco cuando veo que no
soy necesaria y estoy, para cuando no queda nadie, y es que hay días que uno
quiere irse de sí mismo.
No, no necesito atenciones, pero si recordatorios
repentinos.
¿QUÉ SOY, QUIÉN SOY?
Voy a dejar que mis
letras digan lo que mi boca no puede decir. Si no supiste ver la felicidad que me transmite la Shakira
rockerita, si no supiste ver la alegría que me transmite tener un libro nuevo. Si no supiste ver como amo el sol cuando se pone, cuando forma
un arrebol por el mundo. Si no supiste lo que me encantan las caminatas largas,
las montañas, las playas o un buen café…
…Si no supiste lo que me hace sentir ser médico, si no
supiste lo que significa para mi ver sonreír a la gente que amo, si no supiste
lo que me encanta sentir la casa limpia, un día lluvioso, si no supiste la
manera tan intensa con la que siento el disgusto, la tristeza, la ira… el amor.
Si nunca entendiste mi mirada al verte sonreír, mi corazón desbocado al abrazarte, mis dedos al desnudarte, mi boca al besarte o mi amor, al amarte. Si nunca comprendiste lo que me encantaba ser una contigo... cariño, perdiste el premio gordo de la lotería.
Si no supiste despertar la sensualidad que duerme en mi, que pena.
Si para ti nunca fue necesario despertar lo que duerme, me hiciste perder el tiempo.
Si nunca te intereso mi mente, que decepción.
Si nunca supiste lo que me encanta sentir, lo que me encanta
escribir. Si nunca entendiste mi sencilla alma, mi corazón valiente, mi eterna
ingenuidad y mi manera de quererte, entonces no preguntes quién soy yo.
Si no supiste lo que significa la lealtad para mi, entonces.
No mereces nada.
Ni siquiera la desdicha de formar parte de mi selecto grupo
de personas no gratas.
No, no es narcisismo.
Es un amor propio muy grande y un ego que me costó varios
abismos.
Mi último regalo para ti es mi olvido y el que me hago a mi
misma es volver a creer.
Te seguiras preguntando quién soy, qué soy…
… yo en cambio ya descubrí quien no eres y lo que no eres.
Ahora eso me basta.
Me encantó compartir mi libertad contigo, pero ahora debo volar sola.
La desdicha siempre viene después de un rayo de fe, el fénix
no sirvió de nada.
Creí ver el sol, pero solo era otra estrella fugaz.
Perdí, pero sé que solo es para ganar.