Hola

Este es mi mundo paralelo, un mundo de palabras quietas.Que no hay vocación en la palabra, es otra cosa.... Es mi mundo.... una fantasía... Una diosa que recita poemas tristes y mal versados .... yo no soy poeta, tan sólo soy el verso triste y mal escrito de mi propia vida. Un verso que ofusca, que intimida y que levanta... un verso que arrasa..... un verso que cambia.

-Catalina Irías-

sábado, 19 de enero de 2019

Cuando el sol no sale


Explicar mi alma a los que amo.

No sé, nunca me doy a entender aunque podría jurar que me conocen. Podría apostar mi vida a que me sienten y si no lo hacen, que pena.

Muchas veces me canso de dar, desaparezco cuando veo que no soy necesaria y estoy, para cuando no queda nadie, y es que hay días que uno quiere irse de sí mismo.

No, no necesito atenciones, pero si recordatorios repentinos.

¿QUÉ SOY, QUIÉN SOY?

Voy  a dejar que mis letras digan lo que mi boca no puede decir. Si no supiste ver la felicidad que me transmite la Shakira rockerita, si no supiste ver la alegría que me transmite tener  un libro nuevo. Si no supiste ver  como amo el sol cuando se pone, cuando forma un arrebol por el mundo. Si no supiste lo que me encantan las caminatas largas, las montañas, las playas o un buen café…

…Si no supiste lo que me hace sentir ser médico, si no supiste lo que significa para mi ver sonreír a la gente que amo, si no supiste lo que me encanta sentir la casa limpia, un día lluvioso, si no supiste la manera tan intensa con la que siento el disgusto, la tristeza, la ira… el amor.


Si nunca entendiste mi mirada al verte sonreír, mi corazón desbocado al abrazarte, mis dedos al desnudarte, mi boca al besarte o mi amor, al amarte. Si nunca comprendiste lo que me encantaba ser una contigo... cariño, perdiste el premio gordo de la lotería. 


Si no supiste despertar la sensualidad que duerme en mi, que pena. 
Si para ti nunca fue necesario despertar lo que duerme, me hiciste perder el tiempo. 
Si nunca te intereso mi mente, que decepción. 


Si nunca supiste lo que me encanta sentir, lo que me encanta escribir. Si nunca entendiste mi sencilla alma, mi corazón valiente, mi eterna ingenuidad y mi manera de quererte, entonces no preguntes quién soy yo.

Si no supiste lo que significa la lealtad para mi, entonces.
No mereces nada.

Ni siquiera la desdicha de formar parte de mi selecto grupo de personas no gratas.
No, no es narcisismo.
Es un amor propio muy grande y un ego que me costó varios abismos.

Mi último regalo para ti es mi olvido y el que me hago a mi misma es volver  a creer.
Te seguiras preguntando quién soy, qué soy…
… yo en cambio ya descubrí quien no eres y lo que no eres.
Ahora eso me basta. 
Me encantó compartir mi libertad contigo, pero ahora debo volar sola. 



La desdicha siempre viene después de un rayo de fe, el fénix no sirvió de nada.
Creí ver el sol, pero solo era otra estrella fugaz. 
Perdí, pero sé que solo es para ganar.

domingo, 28 de enero de 2018

El convenio.



Sabés, estoy un poco cansada de toda esta mierda.
Cansada de estar cerca de tu piel y lejos de tu corazón.
Cansada de tener un límite,  de solo poseer una edición.
Empiezo a sentirme harta de este medio sentimiento, mediocre.

No, no soy lo que buscás.
Vos tampoco sos the charming Prince.

 
No es que me haya cansado de ti, me cansé de lo poco que das.
No es que me haya aburrido de tu piel, es que tu alma no me llena.
No, no tengo amor para ti, solo un poco de cariño.
Por eso mismo decido partir, sin maletas…
… Nunca hubo un espacio para mi, por eso te salvarás de los recuerdos.


De los zapatos ordenados, de la clasificación absurda y el orden obsesivo del closet.
Del olor de la cocina, con el café y el desayuno recién hecho.
De la voz graznante de Shakira interpretando pies descalzos.
Del desorden de mis tantos libros, de mis cuadernos donde dejo el corazón.
Del recuerdo de mi violín y mi guitarra, robando la esquina más oscura de tu cuarto.
De la odisea que sería el hecho de olvidarme si me amaras, porque eso es imposible.
Porque no me conocés. Soy tantas cosas y sentimientos, soy tanto.

Nuestro fin estuvo allí mismo en esa playa, con el sol a media asta,
Con el mar tibio y amable.
En el fondo de tus negros ojos y en el tacto de tus desconocidas manos.
Con esas noches de salsa y la pérdida de tiempo con el café de la tarde.
Lástima que no fue una muerte súbita.
Lamento haberte hecho perder el tiempo.

Soy buena para decirte adiós, porque no te amo.
Pero gracias, ahora ya sé que es lo que exactamente no quiero para mi vida.
Mientras le hago un torniquete a mi memoria contigo, me detengo a pensar que prefiero estar con los vestigios y las ruinas de mis sentimientos rotos  a estar en una utopía que no me gusta que me hace sentir muerta y vacía.


Al menos el dolor me recuerda que estoy viva.
Sé que un día se irá
Pero antes me enseñará a crecer, ya hizo su primera parte contigo.

Ve a deslumbrar al mundo con tu bonita sonrisa.


Perdón por ver estrellas donde solo había una noche oscura y vacía sin luna.

El convenio se ha acabado.
No dejas herida pero gracias por la lección.



martes, 23 de enero de 2018

Perder para ganar.

Me gustaría creer que aún no encuentro mi sitio.
Me gustaría creer que hay algo o alguien esperando por mi.
Estoy bailando en la oscuridad y sin música.
Trato de no perder el ritmo ni la emoción del camino, por más aburrido que este parezca.

He conocido a una mujer muy fuerte.
Que cometió errores pero ahora está reparando su camino, es la mujer más fuerte que he visto.
Me contó que perdió su futuro en los ojos de alguien un día frío de noviembre, desde entonces solo puede vivir su presente y es lo mejor que ha podido aprender. 
Me dijo también que su corazón quedó tan vacío que no le quedo más remedio que volver a llenarlo, esta vez de puro amor.

Me dijo que destruyó su vida para volver a construirla, esta vez sin errores, que no es fácil pero que se puede hacer, me dijo que cuesta pero que nada es imposible, me enseñó que hasta lo imposible se puede lograr.
Me dijo –al igual que Cabral- que ser buena es un negocio rentable.

Esta mujer tan fuerte me enseñó que se puede perdonar y me enseñó a perdonarme. Me mostró a Dios nuevamente, me llevó de nuevo a sus brazos y es lo mejor que pudo haber hecho.
Esta mujer me enseñó a no aferrarme a nada más que Dios.
Me enseñó que a veces el dolor es necesario para poder darle valor a la felicidad, que siempre viene de a pedacitos.
Que nada es eterno, más que el verdadero amor y que sólo Dios me lo puede dar.

Después de todo aprendí que ahora tengo que irme con una sonrisa en el rostro, sin ningún tipo de rencor. Dando gracias por lo vivido, porque entonces no habría conocido a la mujer más fuerte que conozco.
Dando gracias porque fui feliz.
Porque el dolor me transformo en alguien mejor.
Al final, cada decisión es un puente y somos nosotros los que elegimos el destino.  
yo ya elegí el mío. 

Comprendí que el mejor regalo que puedo dar es mi amor, puesto en cada cosa que hago.
Que si soy feliz, todo el mundo lo es a mi lado y al final, eso es lo que importa.

Qué significa perder?
Creo que todos a lo largo de nuestra vida hemos perdido. Algo que queríamos mucho, algún momento o lo más difícil: a alguien. Ya sea por malas decisiones, malas acciones o lo que es más doloroso, la muerte.
De cierta manera al final el dolor se vuelve tolerable pero tú nunca vuelves a ser el mismo. 
Te vuelves más fuerte, mejor o peor.

La elección está en tus manos.
Siempre lo está. 


domingo, 27 de noviembre de 2016

Resurrección




Cada día ya cuesta menos respirar, el dolor en el fondo del estómago casi ha desaparecido. Hay más sol para el brillo de mis ojos. Me estoy volviendo a llenar de luz. Las lágrimas ya casi se han acabado aunque a veces, me sigo abrazando porque ese vacío que dejaste en mi pecho hace que trastabille con el viento, rondas todo el día en los huecos más profundos de mi pensamiento pero no  he sentido tu sombra acompañándome, me he quedado sola y con las manos, el corazón y la vida ya vacía de ti y más llena de mí.
Pero te extraño. 

Y está bien.
Y estoy bien. 

Y estaré bien.
Al final, siempre sale el sol.  

viernes, 11 de septiembre de 2015

Palabras de plomo



No te quiero, espero no ofender cuando digo no te quiero. No quiero que seas mi novio, mi amigo, mi esposo, mi amante, no quiero que seas nada mío. Me gustas tan ajeno como la luna, tan distante como el horizonte.  Te paras allí con tu encantadora sonrisa, tu ancha y sensual espalda, con la divina proporción de tus brazos y ese maldito cerebro que me ha costado la razón. Te paras allí con tus piernas fuertes, llenas de vigor y ansiosas de camino, me hierven la sangre y me trastornan las ideas . Te paras allí frente a esta escritora de pacotilla, humeada, cansada, aburrida, sucia, desgastada por el desvelo, aporreada por la vida. Esquelética, neurótica insoportable, recalcitrante, adicta y pendeja. Te paras allí y me resultas insoportable, me escupes en el acto de mayor riqueza, simpleza y estupidez un dulce ¨Te quiero¨. Veo tus labios duros en una línea terminar la frase, como quien afirma seriedad del acto, siendo sincero y sencillo. Sé que esperas lo mismo de mi, que te devuelva las palabras, que me deje abrazar mientras te digo lo mucho que te quiero.

No puedo. 

Es que no te quiero. 
No es lo que siento, yo no puedo arrojar tan viles, sucias, corrientes y comunes palabras. Me dices ¨Te quiero¨y me veo en la obligación moral de buscar algo para responder y me tengo que abrir el pecho y revolver las tripas, apachurrarme el corazón, escarbar entre jugos gástricos, pirañas, recuerdos, llanto, dolor, deseo, adrenalina, gritos. Tengo que partirme en dos y buscar lo que siento por ti. Porque sinceramente no es un simple querer. 

Te paras allí y lo haces ver tan sencillo y lo haces tan controlado, tan grácil, tan común.  
 Me hablas con la certeza de un dios: imponente y elegante…
… Tú no sabes hombre, pero no tengo ni perra idea de lo que siento, solo veo pasar mis instintos en una revolución por mis entrañas, siento que algo me quema, que me cocina desde el pecho.  Siento, que se me agolpan las palabras. 

Cuando te paras frente a mi y me escupes un te quiero, siento que me quedo en carne viva.
Me pasan muchas cosas por la cabeza y ninguna es del tamaño de un ¨Te quiero¨ y si te soy sincera, no te quiero, no quiero que seas mío, ni ajeno, no quiero que seas mi novio, ni mi esposo, ni mi amante. No quiero que seas nada mío ni de alguien.  Me gustas más así, libre. 

Pero si te hace sentir mejor, puedo contestar desde todo mi anárquico y revolucionario pecho – si eso te hace sentir mejor- que ¨Te quiero¨.  

martes, 11 de agosto de 2015

Feminismos



Una mujer no es el maquillaje que usa, ni el tamaño de sus glúteos, ni lo ancho de sus caderas, no es la forma que usa para vestirse, ni el color de su cabello.
 Una mujer no es su fama, ni su número de amantes, ni los corazones que alguna vez destrozó. 
Una mujer es su forma de bailar, los poemas inconclusos que dejó su corazón roto como evidencia de que sintió. Una mujer es los suspiros que ha robado y sus suspiros plasmados como arte al salir. Una mujer es la manera en que mira, es sus canciones y sus libros favoritos, es la sonrisa que enamora. Es sus cosas favoritas, es su forma de locura. 
Es la forma en la que te ama.

Una mujer es su forma de existir.

…Y si no lo es, qué pena.